jueves, 6 de agosto de 2020
jueves, 16 de julio de 2020
martes, 14 de julio de 2020
ACTO VIRTUAL- DIA DE LA INDEPENDENCIA- TERCER GRADO AMBOS TURNOS
ACTO VIRTUAL- DIA DE LA BANDERA - TERCER GRADO AMBOS TURNOS
domingo, 24 de mayo de 2020sábado, 23 de mayo de 2020viernes, 22 de mayo de 2020jueves, 21 de mayo de 2020lunes, 18 de mayo de 2020MATERIAL DE TRABAJO. PROYECTO
BICENTENARIO
DEL GENERAL MANUEL BELGRANO
PROYECTO
DE TRABAJO
MATERIAL
DE TRABAJO DE 3° TM – TT
MAYO
– JUNIO 2020
PROFES:
MELINA, OFELIA Y ALEJANDRO
CLASE
1. INTRODUCCIÓN A MANUEL BELGRANO
¿POR
QUÉ CELEBRAMOS EL BICENTENARIO DEL GENERAL MANUEL BELGRANO?
PARA
INICIAR ESTE RECORRIDO LOS INVITAMOS A MIRAR ESTE VIDEO.
ESPERAMOS
QUE LO HAYAN DISFRUTADO.
ACTIVIDAD DE ESCRITURA
AHORA
VAMOS A RESPONDER ESTAS PEQUEÑAS PREGUNTAS EN EL CUADERNO, DE FORMA
PROLIJA:
1-
¿CONOCÍAS A MANUEL BELGRANO? ¿LO HABÍAS ESCUCHADO NOMBRAR O VISTO
EN ALGÚN LADO? ¿DÓNDE?
2-
¿POR QUÉ APARECE TANTO LA BANDERA ARGENTINA EN EL VIDEO?
3-
¿POR QUÉ ES EL AÑO DEL GENERAL MANUEL BELGRANO?
RECUERDO
MANDARLE LOS TRABAJITOS A MI PROFE. Y SOBRE TODO, TRABAJAR CON GANAS
Y ENTUSIASMO.
|
miércoles, 13 de mayo de 2020
sábado, 9 de mayo de 2020
PROTEJO MIS DATOS PERSONALES
CÓMO CUIDAR MIS DATOS PERSONALES
TENER EN CUENTA ESTAS REGLAS BÁSICAS PARA ESTAR SEGURO Y PROTEGIDO
NO COMPARTAS TUS DATOS PERSONALES:
TU NOMBRE
TU APELLIDO
LA DIRECCIÓN DE TU CASA
TU ESCUELA
JUEGA SEGURO. JUEGA FELIZ.
domingo, 3 de mayo de 2020
jueves, 30 de abril de 2020
VIDEO_CUENTO_TORTUGA GIGANTE_ACTIVIDAD 01/05/2020
¡HOLA CHICOS!
LES PREPARÉ UN VIDEO EN DONDE LES LEO EL CUENTO DE LA TORTUGA GIGANTE DE HORACIO QUIROGA. FINALIZADA LA LECTURA, DEBERÁN REALIZAR UNA ACTIVIDAD EN EL CUADERNO AZUL. SALUDOS
SEÑO MELINA PÉREZ INGLESE
ACTIVIDAD EN EL CUADERNO AZUL.
lunes, 27 de abril de 2020
domingo, 26 de abril de 2020
sábado, 18 de abril de 2020
viernes, 17 de abril de 2020
lunes, 13 de abril de 2020
lunes, 6 de abril de 2020
lunes, 30 de marzo de 2020
sábado, 28 de marzo de 2020
sábado, 21 de marzo de 2020
Una fecha para no olvidar “24 de marzo” de 1976

2020 Recuperamos cuentos prohibidos.
“Uno de los hechos sucedidos durante la última dictadura cívico-militar fue la censura de libros, de autores y de editoriales que afectó directamente a las instituciones educativas impidiendo la posibilidad real de formar lectores críticos.
La pérdida de derechos de la ciudadanía incluyo también la de poder elegir qué leer.
Los libros y la mayoría de las publicaciones empezaron a ser, para los gobernantes, objetos no del todo confiables” (Bello, A.2009).
Una de las tantas obras infantiles que estuvieron prohibidas durante la dictadura militar fue “La planta de Bartolo” de Laura Devetach.
Les proponemos que lean el cuento y así recordar un hecho ,no tan lejano en nuestra historia, para no perder la memoria y así tomar conciencia de que el camino de la Democracia tiene vigente a los Derechos Humanos.
La planta de Bartolo por Laura Devetach El buen Bartolo sembró un día un hermoso cuaderno en un macetón. Lo regó, lo puso al calor del sol, y cuando menos lo esperaba, ¡trácate!, brotó una planta tiernita con hojas de todos colores. Pronto la plantita comenzó a dar cuadernos.
Eran cuadernos hermosísimos, como esos que gustan a los chicos.
De tapas duras con muchas hojas muy blancas que invitaban a hacer sumas, restas y dibujitos. Bartolo palmoteó siete veces de contento y dijo: —Ahora, ¡todos los chicos tendrán cuadernos! ¡Pobrecitos los chicos del pueblo! Estaban tan caros los cuadernos que las mamás, en lugar de alegrarse porque escribían mucho y los iban terminando, se enojaban y les decían: —¡Ya terminaste otro cuaderno! ¡Con lo que valen! Y los pobres chicos no sabían qué hacer. Bartolo salió a la calle y haciendo bocina con sus enormes manos de tierra gritó: —¡Chicos!, ¡tengo cuadernos, cuadernos lindos para todos! ¡El que quiera cuadernos nuevos que venga a ver mi planta de cuadernos! Una bandada de parloteos y murmullos llenó inmediatamente la casita del buen Bartolo y todos los chicos salieron brincando con un cuaderno nuevo debajo del brazo.
Y así pasó que cada vez que acababan uno, Bartolo les daba otro y ellos escribían y aprendían con muchísimo gusto. Pero, una piedra muy dura vino a caer en medio de la felicidad de Bartolo y los chicos.
El Vendedor de Cuadernos se enojó como no sé qué.
Un día, fumando su largo cigarro, fue caminando pesadamente hasta la casa de Bartolo. Golpeó la puerta con sus manos llenas de anillos de oro: ¡Toco toc! ¡Toco toc! —Bartolo —le dijo con falsa sonrisa atabacada—, vengo a comprarte tu planta de hacer cuadernos.
Te daré por ella un tren lleno de chocolate y un millón de pelotitas de colores. —No —dijo Bartolo mientras comía un rico pedacito de pan. _ ¿No? Te daré entonces una bicicleta de oro y doscientos arbolitos de navidad. —No. —Un circo con seis payasos, una plaza llena de hamacas y toboganes. —No. —Una ciudad llena de caramelos con la luna de naranja. —No. —¿Qué querés entonces por tu planta de cuadernos? —Nada. No la vendo. —¿Por qué sos así conmigo? —Porque los cuadernos no son para vender sino para que los chicos trabajen tranquilos. —Te nombraré Gran Vendedor de Lápices y serás tan rico como yo. —No. —Pues entonces —rugió con su gran boca negra de horno—, ¡te quitaré la planta de cuadernos! —y se fue echando humo como la locomotora. Al rato volvió con los soldaditos azules de la policía. —¡Sáquenle la planta de cuadernos! —ordenó. Los soldaditos azules iban a obedecerle cuando llegaron todos los chicos silbando y gritando, y también llegaron los pajaritos y los conejitos.
Todos rodearon con grandes risas al vendedor de cuadernos y cantaron "arroz con leche", mientras los pajaritos y los conejitos le desprendían los tiradores y le sacaban los pantalones.
Tanto y tanto se rieron los chicos al ver al Vendedor con sus calzoncillos colorados, gritando como un loco, que tuvieron que sentarse a descansar. —¡Buen negocio en otra parte! —gritó Bartolo secándose los ojos, mientras el Vendedor, tan colorado como sus calzoncillos, se iba a la carrera hacia el lugar solitario donde los vientos van a dormir cuando no trabajan.
_ ACTIVIDAD 1- Finalizada la lectura, reflexionamos en familia y respondemos:
A. Cuando Bartolo dijo en esta parte… “-¡Ahora , todos los chicos tendrán cuadernos!” ¿Qué derecho les hace pensar que Bartolo reclama para todos los niños?
B. ¿Les parece que por decir eso, el cuento pudo haberse prohibido? 2- Imaginar que sembras un hermoso cuaderno en un macetón y un día crece una planta que da cuadernos con hermosísimos cuentos. Hacer una lista de cuentos que leíste o te gustaría leer.
Docentes: Ofelia 3°A
Melina 3° B
Alejandro 3° C
2020 Recuperamos cuentos prohibidos.
“Uno de los hechos sucedidos durante la última dictadura cívico-militar fue la censura de libros, de autores y de editoriales que afectó directamente a las instituciones educativas impidiendo la posibilidad real de formar lectores críticos.
La pérdida de derechos de la ciudadanía incluyo también la de poder elegir qué leer.
Los libros y la mayoría de las publicaciones empezaron a ser, para los gobernantes, objetos no del todo confiables” (Bello, A.2009).
Una de las tantas obras infantiles que estuvieron prohibidas durante la dictadura militar fue “La planta de Bartolo” de Laura Devetach.
Les proponemos que lean el cuento y así recordar un hecho ,no tan lejano en nuestra historia, para no perder la memoria y así tomar conciencia de que el camino de la Democracia tiene vigente a los Derechos Humanos.
La planta de Bartolo por Laura Devetach El buen Bartolo sembró un día un hermoso cuaderno en un macetón. Lo regó, lo puso al calor del sol, y cuando menos lo esperaba, ¡trácate!, brotó una planta tiernita con hojas de todos colores. Pronto la plantita comenzó a dar cuadernos.
Eran cuadernos hermosísimos, como esos que gustan a los chicos.
De tapas duras con muchas hojas muy blancas que invitaban a hacer sumas, restas y dibujitos. Bartolo palmoteó siete veces de contento y dijo: —Ahora, ¡todos los chicos tendrán cuadernos! ¡Pobrecitos los chicos del pueblo! Estaban tan caros los cuadernos que las mamás, en lugar de alegrarse porque escribían mucho y los iban terminando, se enojaban y les decían: —¡Ya terminaste otro cuaderno! ¡Con lo que valen! Y los pobres chicos no sabían qué hacer. Bartolo salió a la calle y haciendo bocina con sus enormes manos de tierra gritó: —¡Chicos!, ¡tengo cuadernos, cuadernos lindos para todos! ¡El que quiera cuadernos nuevos que venga a ver mi planta de cuadernos! Una bandada de parloteos y murmullos llenó inmediatamente la casita del buen Bartolo y todos los chicos salieron brincando con un cuaderno nuevo debajo del brazo.
Y así pasó que cada vez que acababan uno, Bartolo les daba otro y ellos escribían y aprendían con muchísimo gusto. Pero, una piedra muy dura vino a caer en medio de la felicidad de Bartolo y los chicos.
El Vendedor de Cuadernos se enojó como no sé qué.
Un día, fumando su largo cigarro, fue caminando pesadamente hasta la casa de Bartolo. Golpeó la puerta con sus manos llenas de anillos de oro: ¡Toco toc! ¡Toco toc! —Bartolo —le dijo con falsa sonrisa atabacada—, vengo a comprarte tu planta de hacer cuadernos.
Te daré por ella un tren lleno de chocolate y un millón de pelotitas de colores. —No —dijo Bartolo mientras comía un rico pedacito de pan. _ ¿No? Te daré entonces una bicicleta de oro y doscientos arbolitos de navidad. —No. —Un circo con seis payasos, una plaza llena de hamacas y toboganes. —No. —Una ciudad llena de caramelos con la luna de naranja. —No. —¿Qué querés entonces por tu planta de cuadernos? —Nada. No la vendo. —¿Por qué sos así conmigo? —Porque los cuadernos no son para vender sino para que los chicos trabajen tranquilos. —Te nombraré Gran Vendedor de Lápices y serás tan rico como yo. —No. —Pues entonces —rugió con su gran boca negra de horno—, ¡te quitaré la planta de cuadernos! —y se fue echando humo como la locomotora. Al rato volvió con los soldaditos azules de la policía. —¡Sáquenle la planta de cuadernos! —ordenó. Los soldaditos azules iban a obedecerle cuando llegaron todos los chicos silbando y gritando, y también llegaron los pajaritos y los conejitos.
Todos rodearon con grandes risas al vendedor de cuadernos y cantaron "arroz con leche", mientras los pajaritos y los conejitos le desprendían los tiradores y le sacaban los pantalones.
Tanto y tanto se rieron los chicos al ver al Vendedor con sus calzoncillos colorados, gritando como un loco, que tuvieron que sentarse a descansar. —¡Buen negocio en otra parte! —gritó Bartolo secándose los ojos, mientras el Vendedor, tan colorado como sus calzoncillos, se iba a la carrera hacia el lugar solitario donde los vientos van a dormir cuando no trabajan.
_ ACTIVIDAD 1- Finalizada la lectura, reflexionamos en familia y respondemos:
A. Cuando Bartolo dijo en esta parte… “-¡Ahora , todos los chicos tendrán cuadernos!” ¿Qué derecho les hace pensar que Bartolo reclama para todos los niños?
B. ¿Les parece que por decir eso, el cuento pudo haberse prohibido? 2- Imaginar que sembras un hermoso cuaderno en un macetón y un día crece una planta que da cuadernos con hermosísimos cuentos. Hacer una lista de cuentos que leíste o te gustaría leer.
Docentes: Ofelia 3°A
Melina 3° B
Alejandro 3° C
Suscribirse a:
Entradas (Atom)